Policía y legitimidad
En un contexto democratico, la policía requiere de apoyo público para funcionar adecuadamente, pues mientras en la sociedad exista la creencia de que esta institución tiene el derecho a ejercer la autoridad –esto es, la creencia de que la policía es legítima–, se facilita el cumplimiento de reglas y normas, así como la cooperación con los procedimientos que necesita realizar.
Durante los últimos años han ocurrido muchos eventos de violencia policial y violaciones a los derechos humanos a nivel global que comprometen la legitimidad de las policías. Chile no ha sido la excepción. Su principal fuerza policial, Carabineros, pasó de ser una de las instituciones mejor evaluadas por la ciudadanía a ser una de las más cuestionadas a partir de octubre de 2019. El uso excesivo de la fuerza durante el “estallido social”, pero también numerosos casos de corrupción y montajes policiales han puesto en debate la legitimidad policial. No obstante , en los últimos dos años, considerando la relevancia que ha adquirido el problema de la seguridad pública y la delincuencia en el país, pareciera que la situación ha cambiado. Las policías han recuperado crecientemente la confianza de la ciudadanía, así como en la sociedad chilena han tomado fuerza discursos autoritarios que exigen mayores recursos y mayor violencia policial contra la delincuencia Ésta cuestión, se ha vuelto un problema de política pública y un tema de creciente interés investigativo.
Considerando esta preocupación, la línea de Policía y Legitimidad Social explora los procesos de construcción de legitimidad social de las autoridades policiales, y las percepciones, posturas motivacionales y creencias asociadas con estas instituciones. Actualmente se desarrollan investigaciones que buscan explorar las razones por las que ocurren cambios en las percepciones de legitimidad de las policías en el tiempo, así como las actitudes hacia las policías que tienen distintos grupos sociales en Chile.